Las alergias alimentarias son un problema de salud pública en constante crecimiento y uno de los retos con la industria de alimentos.
Una característica de las regulaciones actuales a nivel mundial para el etiquetado de alérgenos en los alimentos no siempre son suficientes para proteger a las personas con alergias severas. La falta de información clara y precisa en las etiquetas puede provocar reacciones alérgicas graves, incluso fatales.
Se estima que alrededor del 8% de los niños y el 3% de los adultos en Estados Unidos padecen algún tipo de alergia alimentaria.
En un artículo que leí hace unos días destacaba las regulaciones y la protección que se ha establecido por parte de la FDA desde 2004 donde se establecía la lista de los 8 grandes alérgenos, así como la forma de declararlos en las etiquetas y que recientemente en 2023 incluyó al Sésamo o Ajonjolí en esta lista.
Sin embargo, algunos aspectos no son del todo claros, y la regulación se limita al etiquetado, pero aun así, la desinformación se refleja directamente en que uno de los principales motivos de recall se presenta por algún alérgeno No declarado de acuerdo a los datos del FDA.
Principales desafíos:
Inconsistencias en el etiquetado: Las normas de etiquetado de alérgenos varían entre diferentes países y regiones, lo que dificulta a los consumidores y exportadores identificar ingredientes alergénicos.
Falta de claridad en las etiquetas: Algunos términos utilizados en las etiquetas no son claros o son demasiado técnicos, lo que puede generar confusión entre los consumidores, “puede contener…”, o “elaborado en equipo…”, parecen más un disclaimer que en realidad una verdadera preocupación por el consumidor.
Detección de alérgenos: La detección de alérgenos en los alimentos puede ser un proceso complejo y desafiante, lo que aumenta el riesgo de errores en el etiquetado, aunque hay métodos rápidos, no todas las empresas lo tienen implementado.
Aumento de la complejidad de la cadena alimentaria: La globalización y la complejidad de la cadena alimentaria dificultan el seguimiento de la procedencia de los ingredientes y la identificación de posibles alérgenos.
El principio de las soluciones
Aunque no tenemos una armonización de regulación, hay esfuerzos para armonizar las normas de etiquetado de alérgenos.
También se están evaluando las concentraciones, es cierto que FDA tiene algunas recomendaciones que son usadas de referencia, se sabe que puede haber personas sensibles por debajo de esa concentración.
Siempre recomiendo utilizar un lenguaje claro y conciso en las etiquetas de los alimentos para que los consumidores puedan identificar fácilmente los ingredientes alergénicos. Independientemente de la actual regulación.
Es fundamental la concientización y capacitación dentro de la industria, la responsabilidad del que fabrica el alimento es cuestión de vida o muerte. El programa de alérgenos es obligatorio por parte de todos los sistemas de gestión de inocuidad, pero debe haber una buena planeación e implementación.
Es importante educar a los consumidores sensibles sobre las alergias alimentarias y cómo leer correctamente las etiquetas de los alimentos.
Las alergias alimentarias son un problema de salud pública crítico que requiere un enfoque integral por parte de las autoridades, la industria alimentaria y los consumidores.
También la implementación de medidas para mejorar el etiquetado de alérgenos y la educación de los consumidores son esenciales para proteger a las personas con alergias alimentarias y garantizar su seguridad.
¿Qué otra actividad sería conveniente incluir? (Te leo en los comentarios)
Cuídate mucho y nos vemos pronto…
